En el escaso transcurso de este año 2024 ya hemos tenido el honor de recibir dos interesantes resoluciones dictadas por la Sala Primera del Tribunal Supremo en materia concursal.
Estas dos resoluciones ponen de relieve cuestiones en las que, habiendo la Sala apreciado y justificado el interés casacional para entrar en el fondo del asunto, precisamente, en uno de esos supuestos, por no haberse tratado con anterioridad, hacen que nos traigan consigo pronunciamientos que serán de plena aplicación en la práctica.
La Audiencia Provincial de Barcelona se pronuncia por primera vez respecto a la impugnación de la homologación de un plan de reestructuración y desestima las demandas de impugnación interpuestas contra el Auto de homologación del plan de reestructuración presentado por la papelera J. Vilaseca, S.A.
Uno de los principales retos a los que se enfrentan las compañías en situación de insolvencia actual o futura que deciden acometer un proceso de reestructuración, es el de lograr la financiación suficiente, no sólo para mantener su actividad durante el complejo proceso de negociación con sus acreedores sino, también, una vez se ha logrado alcanzar y, en su caso, homologar un plan de reestructuración con dichos acreedores, conseguir dicha financiación, que coadyuvará a que el plan de reestructuración aprobado pueda llevarse a término.